En verano, ir bien vestido



Es sólo un ejemplo...




Sí, en verano, por lo general, hace calor. Entonces, lo normal consiste en aprender a vestirse para ese tiempo del año. 

Se trata de "vestirse", no de "desvestirse". Por lo menos, así solía ser en mis años de chaval. Años, por cierto, no importa cómo los mire, llenos de recuerdos gratos, siempre esperados, donde la repetición se ve  siempre nueva. 

Ese no ser lo que era. Como si en el fondo de todo lo real, latiese el misterio, aun en esas visiones tantas veces repetidas en nuestra experiencia. Recordar los pasos dados alivia el presente cuando se trata de introducir alguna mejora en la vida. 

Vestirse de verano, consiste en aligerar el atuendo, desprendiéndose de lo innecesario. Ese modelo nos puede servir para quitarnos de encima aquellos gestos, palabras y costumbres fuera de lugar aunque pudieran estar de moda. 

Llama la atención en España la presencia en todo lugar de la blasfemia, incluso en televisión en los programas del deslenguado Pablo en el Hormiguero. Implica una falta de educación considerable en una emisión televisiva donde muchos millones aprenden incluso los malos modales y las ligerezas en el trato con los invitados. 

En otros países de habla hispana, se pueden oír expresiones populares de mal gusto, pero nunca se falta el respeto a las creencias religiosas del público, como suele hacer el brillante irrespetuoso Jiménez  Losantos en su programa mañanero de la radio, visto también en televisión.

Esta temporada veraniega podría ser una buena ocasión para vestirse de verano, y enseñar en privado, en familia,  en las playas y en los cafés  de las calles un comportamiento digno de quien sabe ir a la moda, aun en tiempo de verano.

El habla es la base de comunicación, si detrás hay alguna idea, que nos muestra ante los demás nuestro ropaje interior, y conviene siempre ir bien vestido.




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