¿Gracias a la vida?



Decir “gracias a la vida” puede ser una manera de quitarse a Dios de en medio.
La cantante Violeta Parra, chilena, autora de esta canción popular, cifraba en la vida  el agradecimiento por todo lo que había recibido.
Hasta que la vida no dio más de sí, y Violeta Parra salió de ella por la puerta del suicidio.
Cuando se quita a Dios de en medio, nos sumimos en la nada de la infelicidad.
La naturaleza tiene en su fin la causa final.
Ella, la naturaleza, no se ha diseñado a sí misma como es.
Tampoco los años de evolución la han transformado esencialmente porque su causa final ya aleteaba desde el principio, y permanece en los cambios.
Gracias a Dios, porque me ha dado, nos ha dado, tanto.
Tanto para conocer, tanto para honrar, tanto para agradecer por los bienes recibidos.
Es decir, la vida tiene un sentido, con independencia de que lo queramos reconocer.
Su sentido radica en quien nos ha dado el ser. Una persona buena que nos ha querido.
Gracias a Dios… por habernos dado la vida.



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