La entrada del mes de mayo: hay mucho que esperar porque se concede mucho
María Auxiliadora, devoción introducida por el papa Pio V, y expandida por San Juan Bosco en el siglo XIX. Mayo es el mes de la esperanza. Abre las puertas a la primavera de forma más definida, las flores abundan por doquier, se comienzan las "romerías" a Maria, y se celebra la fiesta de su esposo José como trabajador y sustento de la familia. Es mayo un mes especial, salpicado de numerosos detalles. En primer lugar, debe llamarnos la atención las gracias concedidas a María para desenvolverse de la manera que lo hizo. Sin duda, recibió el don de la fe, capaz de producir el abandono total en las manos de Dios. El Tomás de Aquino definía el acto de fe del modo siguiente: "Es un acto del entendimiento, que asiente a una verdad divina, por el imperio de la voluntad, que es movida por Dios mediante la gracia". Se requiere de una humildad extrema para aceptar lo que excede nuestra comprensión. Pero, al considerar la fe como virtud, aparece un matiz, no siempre fácil de