¿Por qué las personas pueden hablar? La palabra y las cosas


Sin cosas no podríamos proferir palabra. La palabra es, las cosan son. Las cosas pasan a ser parte de nuestro conocimiento cuando nos referimos a ellas por medio de la palabra. Es así cómo la palabra cobra sentido al referirse a esa cosa real.

Por supuesto, la palabra puede ser dicha de algo inexistente, imaginado, pensado, incluso de una opinión sobre algo cuya realidad no acaba se situarse en nuestro conocimiento. Pero esa realidad efímera, aunque le demos muchas vueltas en nuestra cabeza, no deviene en realidad aunque sea parte de nuestros pensamientos. 

Esto es importante a la hora de hablar o de escribir sobre un asunto. Se puede hablar de lo que uno quiera o escribir acerca de su  presencia en boca de algunos. Lo importante en estos casos es no presentarse ni a sí mismo ni a los demás eso presente en nuestros pensamientos como una realidad in re, en la cosa. 

Sin duda, los fantasmas de la imaginación tienen una presencia en la mente del individuo, pero no son. De ahí la conveniencia de ajustar esa presencia a la realidad. También puede darse el caso contrario: algo real recibido como fantasmagórico en este caso, como en la barca de Genezaret, donde los apóstoles creían ver un fantasma cuando lo percibido era real. Ahí la solución es insistir en esa realidad presente: Soy yo

Los periodistas y los usuarios de las redes sociales no hacen mucho caso de estas consideraciones y ven, escriben y leen como si lo visto, lo leído o dicho tuviera ese fundamento de lo real, el in re. Propagar algo como si lo tuviera es una ligereza considerable pues afecta a las mentes y al corazón de quienes se exponen a estos mensajes. Hoy el mundo se debate en dimes y diretes sin cuento, apadrinados con frecuencia por el relativista, es decir, por quienes consideran que cualquier mensaje es tan válido como cualquier otro, y así defender su concepto de libertad.

Pero ya la santa de Ávila nos decía de la conveniencia de "andar en verdad", ignorando todos los pareceres sin sustancia, para poder recobrar la libertad en todos los sentidos. 

En fin, vamos a dejar el tema por hoy, pues tiene aún muchos matices en el camino de la palabra al referirse a las cosas, la única manera de "andar en verdad".



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