El Imperio Británico no tiene amigos o enemigos: sólo tiene intereses



Benjamin Disraeli (1804-1881)






Benjamín Disraeli (1804-1881), nace en Londres de padres judíos sefardíes de origen italiano. Siempre supo ver la oportunidad y aprovechar la ocasión. Así se casó con una rica viuda 12 años mayor, y escaló en dos ocasiones al puesto de primer ministro inglés, gracias a la decisión de su padre de administrarle el bautismo cristiano en su juventud; esta decisión le permitió superar los remilgos de la política inglesa debido a su origen judío. De hecho, ha sido el único político proveniente del judaísmo capaz de  subir hasta la cima del poder en Inglaterra. Entre sus muchas frases de impacto (era también escritor) resulta adecuado mencionar, dada la actualidad del Brexit, esta máxima: "El Imperio Británico no tiene enemigos permanentes ni amigos permanentes. Sólo tiene intereses permanentes".

De alguna manera, esta forma de pensar en la política inglesa, ha seguido vigente hasta el día de hoy. Véanse los casos de las Islas Malvinas y de Gibraltar, por ejemplo.

La identidad inglesa, cultivada, se va adueñando de pueblos y países durante siglos, Esta identidad, sin embargo, ese privilegio se les niega a los nativos de tantos lugares de donde extrajeron riquezas y, con descuido y desaire, se les permite llegar a ser "British but not English": una parte del imperio, pero sin control sobre las decisiones. 

Esos han sido los casos de varios países africanos y de las tierras del Medio Oriente. De los primeros sacaron materias primas para alimentar a los ingleses; de la segunda, estaba la esperanza del petróleo, cuyo buque insignia se concretaría en la Bristish Petroleum Company, a costa de dejar divido el territorio, de acuerdo con Francia, en varios estados inexistentes hasta ese momento, origen de tensiones y guerras hasta el día de hoy.

Y sigue vigente en la mente de los ingleses ese dictum: El Imperio Británico "sólo tiene intereses permanentes" (nada de amigos o enemigos). Francis Drake, para buena parte del mundo, ha sido un pirata, muerto en las orillas del mar en Panamá; para los ingleses, sin embargo, fue un explorador al servicio de la reina.

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