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La entrada del mes de mayo: hay mucho que esperar porque se concede mucho

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María Auxiliadora, devoción introducida por el papa Pio V, y expandida por San Juan Bosco en el siglo XIX. Mayo es el mes de la esperanza. Abre las puertas a la primavera de forma más definida, las flores abundan por doquier, se comienzan las "romerías" a Maria, y  se celebra la fiesta de su esposo José como trabajador y sustento de la familia.  Es mayo un mes especial, salpicado de numerosos detalles. En primer lugar, debe llamarnos la atención las gracias concedidas a María para desenvolverse de la manera que lo hizo. Sin duda, recibió el don de la fe, capaz de producir el abandono total en las manos de Dios. El Tomás de Aquino definía el acto de  fe del modo siguiente: "Es un acto del entendimiento, que asiente a una verdad divina, por el imperio de la voluntad, que es movida por Dios mediante la gracia". Se requiere de una humildad extrema para aceptar lo que excede nuestra comprensión. Pero, al considerar la fe como virtud, aparece un matiz, no siempre fácil de

La eficacia tiene un valor relativo

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El mundo de hoy se rinde ante la eficacia. No está mal, pero no siempre está bien. Para santo Tomás, la verdad es el último fin de todo el universo. Por eso, como ya hemos citado en varias ocasiones, Santa Teresa solía decir que, la humildad es andar en verdad, dejando de lado las presunciones de las ocurrencias personales con las que se corre el riesgo de llegar a ninguna parte o de perderse. Por eso la letrilla de la canción popular nos advierte: "hay que saber llegar". Solo, es muy difícil. Tendemos a distraernos de camino con suma facilidad. El diablo siempre está presto a mostrarnos un fruto con el que podríamos "ser como Dios". La eficacia es una técnica, y nosotros estamos hablando de un "fin". La técnica será correcta si nos lleva hacia el fin. De otra manera, por mucho que,   por ejemplo, Elon Musk o sus seguidores nos propongan un método, que nos permitiría  llegar a la Luna, sería inútil. Se trata de llegar al cielo; ése es nuestro verdadero fin

No siempre llueve a gusto de todos (Catalina de Siena)

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Tenemos a veces lo que queremos, pero..., de cuando en vez, no siempre llueve a nuestro gusto. Debemos acostumbrarnos en nuestra vida a las contrariedades; si bien no siempre queridas por Dios, sí ocurren bajo su permisión. Es así como discurrimos por nuestro camino, con alegría, sin preocuparnos demasiado por lo accidentado del recorrido.  No sirve de nada sentirse mártires. Hay que fijar la mirada en aquellas otras personas, conocidas o no por nosotros, que lo recorrieron sin quejarse. Por ejemplo, hoy, fecha de su muerte,  se celebra la fiesta de santa  Catalina de Siena (1347-1380), Doctora d e la Iglesia y patrona de Europa. Casi nada. Fallece a los 33 años, y provenía de una familia numerosa, tanto que haría palidecer a quienes hoy ciegan las fuentes de la vida.  Era la número 24 de una familia de 25 hijos, todos de la misma madre. Tocada muy de cerca por la vida de Jesús, fue capaz de escribir casi 400 cartas a personajes de su época ---a pesar de sus escasos o nulos conocimient

De paseo, en paz, bajo la luz y el calor

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Se. puede pasear de noche, sin luz. Y se puede pasear también en medio del frío, cuando la luz del sol apenas calienta. En ambos casos, falta algo. Como si el hombre  hubiera sido hecho para vivir fuera de las sombras y en medio de una temperatura un poco menos alta que la del cuerpo. Y es que, como el hombre ha sido creado "para trabajar" necesita realizar esta labor en las debidas condiciones. La falta de calor en los polos (Ártico y Antártico) y en sus cercanías impiden el crecimiento de plantas y el rondar de animales; y el excesivo calor, no desprovisto de luz abundante, favorece el desarrollo vegetal aunque dificulta la presencia humana. Ocurre casi lo mismo en la convivencia familiar. Se necesita "luz y calor" si se quiere prosperar en las relaciones entre sus miembros. Luz para verse a la cara, sin tapujos, y calor para relacionarse con afecto. Cualquier comunidad, digna de tal nombre, requiere, aun en medio del silencio,  de un entorno "luminoso y aleg

Acoger la vida, si de verdad queremos vivir y en paz

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Qué bello es vivir... El pensamiento, aunque sea menor que una mota de polvo, abarca el universo entero. Así se expresa J. Guitton en sus conversaciones con P. Lagrange. Ese pensamiento, unido ahora más al alma, dejará de hacerlo para transformarse totalmente en su unión con el espíritu. Así se completará la vida futura, donde el predominio actual del alma en relación al cuerpo, cederá, digámoslo así, su lugar al espíritu, para lograr una cercanía mayor al espíritu. ¿Pero por qué, por una razón u otra, se resiste una convivencia en armonía en cada momento donde se reúnen dos o más personas? Hay una frase ya en el Génesis  donde se apunta a una "descendencia" agitada por la "enemistad". Y no falta el primer caso de la historia con el crimen entre hermanos, el de Caín contra su hermano Abel. Superar las diferencias entre personas llega a un momento donde se justifica la producción y uso de toda clase de armas para conseguir la paz, es decir, mediante la exterminación

La ciencia sin Dios

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Leer la historia vivida y contada por quien la sabe contar es realmente oír música celestial. Así el filósofo Jean Guitton nos cuenta con detalle las vicisitudes en la vida del Padre Lagrange, dominico. Dios es uno, y una es la ciencia de la que él es la Sabiduría. Como él lo penetra todo, pues todo ha salido de sus manos, no hay siquiera una estrella, aun la más lejana de las mil galaxias, que esté ahí por casualidad. Dios ha puesto en marcha un plan y se va cumpliendo puntualmente sin descuido alguno. Por eso, una ciencia sin Dios, es un absurdo. Que las cosas, sobre las que la ciencia estudia, estén ahí sin que alguien las haya  diseñado y puesto en un orden que la inteligencia trata de esclarecer, como si la materia por sí misma pudiera sobrepasar la medida del hombre. Sin duda algunas  cosas, como las plantas,  los animales, tienen su alma, pero no es racional. Perciben sin llegar a comprender. Esta constitución no les permite entonces esa relación del alma racional con el espírit

La buena memoria consiste en saber qué olvidar

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No sé quién la dijo, pero la frase es redonda por apuntar a la esencia de cualquier palabra, dicha al exterior o explicitada en el interior del alma, lugar de donde emerge el origen de toda palabra referida a la realidad. Incluso, los habladores, que dicen sin pensar, suelen referirse a eso cuando se lamentan y tratan de corregir alguno de sus dichos indebidos: "Lo dije sin pensar". Por eso, la edad viene a corregir olvidando los excesos grabados en la memoria. Sin querer, se suele ir olvidando las impertinencias que, sin haberse referido a lo real, se dicen sin más aunque ofendan.  No hace falta para la ofensa el dedicar la palabra a un semejante. Basta con dejarla en el corazón sin referirla a la realidad. Allí se pudre, y, al soltarla en público, hiede porque está corrompida en su origen.  Sin embargo, no faltan aquellos cuya memoria nada les echa en cara porque nadie les dijo algo digno de ser guardado. Es la ocasión para los grandes descubrimientos. Se anda buscando sin