Adviento


Apenas en unos días pasaremos a la entrada en el Adviento. iQué 
tiempo para dar gracias! Recuerdo con alegría los años de mi infancia. Todo giraba en torno a esta fecha y se vivían con alegría esos días en la familia, en el colegio, en la calle y en los encuentros con familiares y amigos. 

Ir a ver nacimientos en los sitios públicos, no sólo en los establecimientos religiosos, era una costumbre arraigada en las familias cristianas. Junto a estas costumbres se unía la decoración de tiendas y calles. 

Los pajes de los Reyes Magos --no santa Klaus-- se colocaban en lugares estratégicos donde los niños pudieran entablar una conversación con ellos, y entregarles sus cartas petitorias de regalos a recibir la noche del 5 al 6 de enero de cada año.

No se trataba de denostar la figura de santa Klaus, sino simplemente mantener la tradición de celebrar la Navidad, en primer lugar, antes de acabar el año, y a partir de esa fecha esperar y ver la cabalgata de Reyes la noche del 5 de enero y comer la rosca de Reyes a continuación.

Eran días de intensas celebraciones: la Misa de "gallo" la noche del día 24 que comenzaba a la medianoche. La Misa de la gran fiesta del 25, propiamente día de Navidad. La fiesta de los Santos Inocentes del día 28 donde todos se esmeraban en gastar una broma a los demás colocando, la más de las veces, un muñeco de papel en el abrigo de calle de un familiar. El día de Nochevieja ara especial con su Misa de medianoche preparando a los fieles para el nuevo año con una cena muy especial. Sólo después de la celebración de la noche de Reyes se iba clausurando el tiempo de Navidad, disfrutando de los regalos recibidos, no siempre de acuerdo con lo pedido en la carta a sus "majestades". 

En fin, se vivía intensamente cada una de las fechas marcadas en el calendario, libre de la propuestas ajenas a lo propio del aspecto religioso de esos días. Estamos seguros de que todavía hoy no han abandonado ninguna de estas costumbres y tradiciones.

Claro, todo esto, sin dejar de montar con toda la familia, el nacimiento, el Belén, en un lugar primordial de la casa.



Comentarios

  1. Muchas gracias por tus comentarios y reflexiones, querido Carlos. ¡Te mando un fuerte abrazo!

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