La oportunidad de dar gracias en Navidad


Si todavía estás aquí, tienes tiempo para dar gracias. Así, sin más, por el mero hecho de darse uno cuenta de todos los bienes recibidos. El principal, el de la vida, nos permite aún recordar y agradecer todo lo bueno que ha pasado por nuestra vida.

Pasar la vida diciendo, lamentándose tal como: la vida está muy cara, el gobierno  cada vez peor, los vecinos hacen lo que les da la gana, etc. no conduce a nada positivo y nos pone de mal talante. 

Efectivamente, hay cosas en la vida que no andan como nos gustaría, pero, me parece que arreglemos aquello que está a nuestro alcance. Lo demás se encomienda y, iy a vivir tranquilos!, con buena cara.

En estos días próximos a la Navidad, conviene repasar un poco aquellas personas, temas de conversación, comentarios sobre la familia, y ver los asuntos donde andamos cojos, propensos a enfadarnos, a levantar la voz, a salirnos con la nuestra.Y estar precavidos para no caer en la trampa y convertir una reunión familiar en un enfrentamiento sin sentido.

Debemos saber que en las reuniones familiares de estas fechas es cuando se producen más altercados con los asistentes, sean o no miembros de la familia. Algunos se estos encuentros llegan a momentos de alta tensión donde lo inesperado se hace presente con graves consecuencias.

Por tanto, vale más precaver que lamentar, como nos aconseja la sabiduría ancestral. Poner buena cara, pasar por alto lo que nos incomoda y pensar más en hacer la vida más agradable con quienes se unen esos días a nuestras celebraciones. 

A veces, una copa de más viene a ser el remate de una fiesta dedicada a la unión de las familias, donde se recuerda a esa familia de Belén, quizá presente en nuestro "nacimiento"  bajo el árbol navideño, donde en medio de todas las carencias inimaginables, no faltó el cariño entre los esposos y la alegría al escuchar y ver la visita de ángeles, pastores y reyes. 

Es la ocasión de dar gracias por todos esos encuentros en estas celebraciones, rememorando la ocurrida hace dos mil años con la visita de Dios, hecho hombre, 

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