Cómo ir a Belén


 Al leer el Evangelio de san Lucas y Mateo vemos los actores del nacimiento de Jesús: ángeles, pastores y Mateo nos cuenta enseguida la presencia de unos reyes, magos venidos de Oriente, para adorar al "rey de los judíos". 

Mientras los verdaderos protagonistas permanecen en la cueva, fuera, en el campo, se da un gran revuelo: los ángeles cantan, los pastores, despertados de su sueño, corren al portal y se postran delante de Niño mientras los padres escuchan los relatos de cómo se ha dado este aviso y su determinación al encuentro. Por último, unos magos, procedentes de lejanas tierras, se arrodillarán delante del Niño  Jesús, dáncele sus regalos.

Nosotros hoy tenemos mucho más fácil llegar a Belén, después de dos mil años. Basta conocer la historia de este acontecimiento llegado con la "plenitud de los tiempos", para escuchar los villancicos cantados por todas las corales del mundo en ambientes verdaderamente navideños y ver los nacimientos con los pastores y los reyes conduciendo sus camellos. Los árboles, pinos, decorados con mi luces, adornan el camino conducente a Belén, que, algunas veces, pasan por las iglesias de al lado. 

Con el corazón rebosando de tantas llamadas al pesebre donde María ha depositado al Niño después de envolverlo en pañales, ya despierto José de su breve sueño, vamos a ese nacimiento puesto en cada casa a la sombra del árbol navideño.Y allí, en familia, contemplamos reviviendo la escena del acontecimiento más grande de todos los tiempos. Y dejamos que el corazón se libere con alguna palabra, dicha en silencio, después de la espera larga del tiempo de Adviento.

Ahora sí, ya es Navidad. Ya estamos pisando el suelo de Belén y dejamos de lado nuestras cosas para pasar a ocuparnos con alegría, con cariño  y mucha alegría de los asuntos de los demás, dejando de lado lo que pueda estorbar a estas reuniones donde la amistad y la entrega al otro predominará sobre todo lo demás. 

Espero que, al igual que este escritor, haya podido recorrer el camino a Belén, y se puede comenzar la novena navideña...















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