Siempre es la mujer quien nos abre el camino a la vida
Venimos al mundo por medio de una mujer, facilitando la vida humana. Y fue precisamente una mujer quien nos abrió también las puertas a la vida espiritual. En ambos casos se da el prodigio a través de un fiat. Se trata, en el primer caso, del fiat de la apertura a la vida aun sin saber cuándo no cómo En el segundo caso, con el fiat se establece una relación con la voluntad divina asintiendo con ella absolutamente en ese momento de plenitud. Esta diferencia se da de manera excelsa hasta del punto de casi desaparecer en el caso de María cuando le dice al ángel sí, hágase. No se necesita de varón para concebir pues "para Dios no hay imposibles". Sería la respuesta a la dimensión humana de la vida en el caso de la Virgen. Pero, la salvación del hombre no es un hecho conseguible por un mero modo humano. La ofensa a Dios en el Paraíso de donde viene todo nuestro estado actual en la naturaleza del hombre fue una ofensa a Dios, y sólo su q...