¿Madrid libre? ¿De qué?

Ahora resulta que la ciudad de Madrid está libre. Lo dice un transexual, periodista, gallego. Asegura haber probado de "todo" y que le gusta, aunque tiene una ligera predilección por las mujeres.

¿Desde cuándo Madrid estaba presa? ¿Quién tiene miedo a que la "familia tradicional" se acabe?

Según este mismo escritor, el franquismo ha sido la fuente de mil desdichas. Lo repite sin contención alguna, como una plañidera de alquiler, para referirse al tiempo gobernado por el general Franco, un tiempo desconocido por el comentarista. Pero resulta que ese señor era tan gallego como él.

Respecto a la "familia tradicional" le tendremos que decir a este periodista de marras, que no sabemos a qué ser refiere con lo de "tradicional". Él sabe bien que familia sólo hay una: es el nombre propio de matrimonio entre un hombre y una mujer unidos por el amor, y abiertos a la vida. 

Así ha sido desde el principio, mi querido amigo, porque esos asuntos no los definimos nosotros: vienen dados, propio a la naturaleza del hombre. Y así será, aunque se cuelguen mil banderitas de colores de ventanas y cornisas y del ayuntamiento. Aunque desfilen juntas Manuela Carmena y Cristina Cifuentes, alcaldesa y presidenta de Madrid.

Aprendan a respetar, no a mí, sino a ese don precioso de la vida dado en una naturaleza de alta gama, de alta definición, ser hombre o mujer,  de ahí el orgullo de quienes de verdad nos sentimos felices de ser familia, tal como fue formada desde el principio de los tiempos, a partir de un matrimonio, como Dios manda.

Mucho ruido y pocas nueces. La verdad de las cosas no  se mide por los millones de euros recogidos en esa fiesta madrileña, ni por muchos aplausos recibidos de algunos  periodistas  y de los políticos sin principios, buscones de votos.