¿Cuándo nace la vida? Hablar al corazón.

La vida no se sabe cuándo nace. Cuando se habla de ella, ya está ahí. Produce una gran alegría. Es lo propio del "descubrimiento".

"Descubrir" completa la realidad personal. Vemos cómo la realidad nos rebasa. Es fácil dejar algo importante fuera. Sobre todo cuando se trata de lo esencial.

Descubrir es arduo. Por eso, las generaciones de "cansados", buscan "fórmulas". Cansados de andar por el desierto, desean volver a casa de la sabiduría. No importa si es bajo la condición de "esclavo".

Pero sí se sabe de que nadie puede dar lo que no tiene. Y no sabemos de ningún humano que  tenga la vida en propiedad. Por tanto, ningún humano la puede dar.

El evangelista Juan se encara con esta realidad en las primeras líneas de sus escritos.
Dice escuetamente: "En él estaba la vida". Se refiere a Dios, al Verbo, a la Palabra.

La luz  es también lo primero aparecido en la escena de la creación narrada por el Génesis. Miles de años después,  Juan nos dirá: "El Verbo era la luz verdadera". Por eso la primera manifestación divina es luz.

Pero, ¿qué es la vida? Juan también responde a esa pregunta: "...la vida era la luz de los hombres". Y las mujeres hablan de "dar a luz". Pero "no sabes cómo entra el espíritu en los miembros en el vientre de la mujer encinta",  insiste Cohélet, hijo de David. Nuestra vida es luz.

Es decir, si Dios es luz, tener vida es Dios con nosotros. Eso significa Emmanuel, como nos lo recuerda Mateo, otro evangelista, a la hora de narrar el sueño de José, esposo de María.

"Yo soy el camino, la verdad y la vida". De nuevo, Juan nos recuerda la respuesta de Jesús a Tomás después de la última Cena del jueves, cuando le pregunta por el "camino" para llegar a ese "sitio" que nos tiene reservado en la casa del Padre.

Nadie se salva solo; nadie puede andar solo ese "camino". "¿Quién encontrará a una mujer ideal?". Ven al silencio y te hablaré al "corazón":  "grábalas (mis palabras) en la tablilla de tu corazón"  leemos en alguno de los Proverbios. "Bebe el agua de tu aljibe", porque el "agua robada es dulce", "pero ignora que sus huéspedes"..."están en el fondo del abismo" Es decir, sé fiel.  El hombre tiene "proyectos", pero Dios "la última palabra".

"El consejo en la memoria es agua profunda: el inteligente sabe sacarla", continúan los Proverbios. "Hay caminos que parecen rectos, y al final son caminos de muerte". La sabiduría "se deja ver fácilmente por los que la aman".

Como en tiempos de Moisés, las aguas de la "fuente de un río perenne" se enturbiarán con la "sangre sucia en castigo por un decreto infanticida".

Este va a ser también hoy  el gran castigo por haber acabado con las vida de los recién nacidos y de los aún por nacer.






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