Subir a Dios a través las cosas; no al revés (imposible)


A veces tenemos la impresión de que el mundo está 
perdido, incluso en los ambientes más religiosos.

Por ejemplo, no se puede desvelar lo real, las cosas creadas, a través de su creador, pues nosotros somos también una pieza más de la creación. Más bien, se tratará siempre de llegar a Dios por medio de su creación. Aquí podemos citar una referencia a Espinosa, traída a colación por el gran Etienne Gilson: "Los escolásticos parten de las cosas; Descartes parte del pensamiento; yo, de Dios!".

Y es que la distancia entre Dios y el hombre es infinita. Nunca podremos llegar a no ser que él se abaje hasta nosotros, y la Revelación es una forma de hacerlo, por donde el hombre va escalando la cima divina...

Y es que mientras Descartes encuentra el ser en el pensamiento, santo Tomás encuentra el pensamiento en el ser. Si no existieran las cosas no habría conocimiento.

Esta es una razón más para, en primer lugar, cuidar de las cosas, regaladas al hombre mediante una creación específica; en segundo lugar, las cosas, de acuerdo con su fin,  nos tienen que llevar a quien  es su hacedor, de lo contrario, estaríamos haciendo un mal uso de las mismas. El conocimiento resulta del conocer las cosas, analizando su objeto, lo real. El pensamiento, si no se encuentra con la cosa, muere de inanición, sin ni siquiera haber nacido.

Por eso la ciencia, la verdadera ciencia, lleva a encontrarse con el creador de las cosas, de lo contrario estaríamos edificando en el vacío. 







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