A lo hecho no hay remedio, y a lo por hacer, consejo
Es difícil y muy peligroso bajar de un tren en marcha. Si debido a un sueño oportuno se pasó el punto de destino, no se recomienda tratar de saltar para no alejarse todavía más del lugar deseado.
Ha habido, y los hay en ejercicio, algunos pensadores empeñados en llegar a lo real, pero sin salirse de su pensamiento. Ni siquiera por una casualidad remota, se puede proveer un ejemplo de esta naturaleza, aunque a pesar de ello todavía hay grandes mentes persiguiendo este objetivo.
No hay remedio pero se les puede aconsejar si quisieran oír un punto de vista más entonado con la realidad, con la experiencia proporcionada desde los griegos clásicos hasta nuestros pensadores contemporáneos.
Decir pienso, luego existo es una verdad, pero como afirma E. Gilson, "no es un punto de partida". El realismo trabajado durante siglos es el camino de quien sabe sabe a dónde va, pero no ha llegado todavía a su destino, aunque está más cerca.
El entendimiento tiende a propósito hacia el objeto tal como es y "no tal como es en nosotros", sin necesidad de elaborar un planteamiento, una forma de pensar especial capaz de llegar a ello.
A Dios nadie lo ha visto jamás, como aseveran con sentido común quienes se ha dedicado a este tema, y quienes por experiencia personal pueden suscribir tal hecho. Entonces, deducir las cosas a partir de un origen divino, no funciona, aunque se admita que Dios es el creador de todas las cosas. Más bien es al contrario, de las cosas reales, creadas, se puede llegar a su creador porque descubrimos en ellas ese haberlas hecho a su imagen y semejanza. Es decir, lo "real" ya le ha sido dado. Se pasa de una existencia percibida, nos dirá Gilson, a una existencia deducida; no al revés, como pretende el idealismo.
El hombre no puede decir, aunque lo haga, "yo soy así". Esa aseveración es una invención sin fundamento. Más propio sería decir o pensar "yo soy así porque el que todo lo puede y te quiere me ha hecho así", dándote de una serie de talentos suficientes con los que dirigirse al lugar indicado, un bien sin medida, por quien te ha puesto ahí.
El consejo consiste en "confiar", confiar siempre, pues has tenido la suerte de ser creado para ser feliz junto a los tuyos...
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