A lo que puedas solo, no esperes a otro
En algunos lugares se dice "cada palo que aguante su vela". Es decir, no busques ayuda en tus menesteres, cuando puedes resolver solo el problema.
Quien vive en soledad porque así lo desea, tendrá que buscar su compañía, aunque sea espiritual, porque el hombre es un "ser en relación". Quienes se apartan del mundo, no están en realidad solos, pues eligen esa manera de vida porque quieren estar unidos al Señor exclusivamente, sin distracciones de otro género.
Ahora bien, quienes eligen formar una familia en este mundo, esposa, hijos, parientes y amigos tienen muchos puntos de distracción, pero pueden, sin duda alguna, encontrar esa unión constante en medio de sus tareas profesionales y acompañados de otras personas.
Es decir, para lograr ese espíritu de contemplación se debe aprender a lograr tal cometido, sin dejar las cosas del trabajo, de la familia, etc., que todas esas relaciones nos lleven a Dios, pues es lo único que da sentido a la vida y nuestros contactos con los demás y con nuestra labores, más o menos destacadas, socialmente hablando.
En este sentido, no podemos esperar que otro haga la relación con el Señor que d sentido a la vida. Podrá recibir consejo, orientación, de tal modo que se facilite el camino a quien quiere lograr esa unidad de vida, tanto en la vida apartada del mundo, como en la inmiscuida en él. Pero la tarea última depende de cada quien, ya cada uno se le pedirán cuentas del empleo de su tiempo y de sus talentos.
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