No se puede avanzar cuando la puerta está cerrada
Todos quieren llegar a la meta de una u otra manera. Algunos, por encima de los demás. Pero tal aventura requiere avanzar por el camino correcto. Sólo hay uno; los demás son ilusiones.
No se puede avanzar cuando la puerta está cerrada. Ese bloqueo no viene de un impedimento exterior, sino de las trabas puestas por los caprichos personales.
El principal obstáculo suele ser no visualizar lo que se quiere. Se quiere llegar a algún sitio pero no se sabe exactamente dónde. Entonces, seguir la corriente de la moda suele ser un modo de integrarse en la masa de ciudadanos que siguen moviéndose a algún lado. Aquí ha fallado el acompañamiento de quienes sí saben a donde llegar.
Otro obstáculo se da cuando la persona se abandona por la falta de determinación a emprender lo recomendado dadas las circunstancias. No siempre es agradable seguir las indicaciones de los expertos, pero el convencimiento personal a lograr lo indicado es el factor clave. También en este caso, valdría la pena dejarse acompañar por alguien que ya ha subido, por decirlo de alguna manera, al Everest de la vida, y sabe manejar el cansancio cuando se quiere ir a otro sitio.
No faltan quienes se cansan en el camino y deciden abandonar el proyecto, a pesar de no tener ninguna alternativa a la vista. Les falta el empuje de la Teresa de Ávila cuando decía, no sin razones, "aunque me canse, aunque no pueda".
En todos estos casos, el andar solo por la vida no conduce a ninguna parte. Por alguna razón, Dios, al crearnos, nos dotó del acompañamiento de un custodio, un ángel de la guarda, que sabe más sobre lo que está en juego y va a destapar nuestra libertad para que se decida a ir por el buen camino.
Vale la pena inculcar esta devoción a los niños y recordársela a los mayores. Suele ser fácil aceptar esta verdad tan alentadora cuando alguien se siente solo, en un mundo tan desquiciado. Vale la pena rodearse de buenos amigos, pero, en su ausencia, siempre tendremos a mano ese custodio encargado con el único fin de acompañar el hombre en cada una de sus decisiones.
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