Haz bien y no mires a quién

El bien es bueno; también el vino. Pero mientras que con éste hay que medirse, con aquél no hay necesidad de medidas. Todo es así en la vida. Siempre debemos buscar el bien y es de suyo difusivo. Por supuesto, no se trata de poseer una cierta cantidad de él para comenzar a distribuirlo. Se trata, por el contrario, de enriquecer a los demás con aquello que, sin ser de mi pertenencia, me hace feliz su posesión. Entonces, cuantos más haya disfrutando de este bien, más felicidad haber sobre la tierra. No es la posesión de algo lo que nos hace felices, si es bueno. Por ejemplo, el bautismo es el máximo bien y por eso se pide desde el principio ir por todo el mundo y bautizad como se debe a cada quien. Este sacramento nos hace a quien lo recibe hijos de Dios, y nadie nos puede decir que pueda haber un bien mayor que éste. Sin dar nada a cambio se nos da el don de la filiación divina, es decir, se nos confiere gratis, a todos, a los más menesterosos, la posibilidad de heredar, debido a la fil...