Por qué los ataques a la Iglesia tienen a la mujer en su mira



Además  del "porque me da la real gana", y del "yo hago con mi libertad lo que quiero" no se ven razones de peso para justificar los ataques a la Iglesia en muchas partes del mundo "civilizado".

La sola presencia de la Iglesia y sus celebraciones enciende el odio apasionado de políticos radicales  y de quienes sin serlo ven en sus enseñanzas una amenaza para sus creencias libertinas y liberales.

Por ejemplo, la vida, el matrimonio, la familia, la educación, son el blanco constante de estos ataques  desmedidos, y la mujer juega un papel primordial en esta lucha sin cuartel.

Si sacamos o pervertimos a la mujer en cualquiera de estos aspectos centrales de la sociedad, ésta se viene abajo. El "ser como dios" fue la  propuesta de satanás a la primera mujer, Eva. El plan consistía en  sacar a la mujer del matrimonio, anular la posibilidad de ser familia, de procrear y de echar por tierra el "creced y multiplicaos", dejando la tierra desierta y al plan divino anulado al atacar el nervio de la creación.

El plan diabólico era soberbio, y se parece al panorama actual, desolador,  en tantas partes del mundo. Al pervertir a la mujer, todo se cae. Por eso se necesitaba otra mujer, sin mancha, inmaculada, donde se pudieran asentar de nuevo los planes de Dios.

Por eso, la aparición del fenómeno "feminista" y de los "trans", pretendiendo ser una apariencia de mujer sin serlo, no cesa en su pretensión de destruir la sociedad desapareciendo  a la mujer desvirtuando su cometido inicial.

Hasta en la misma Iglesia se ha querido introducir el reconocimiento de estos fenómenos degenerativos, al punto de querer desvirtuar el legado principal de Jesús del sacerdocio instalando en él a la mujer, algo ni siquiera visto en su Madre Santísima, la más perfecta de las mujeres. Ella engendra al Salvador del mundo, pero no se hace "como dios"....





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