Las llamadas noticia en los "media"


Los medios de comunicación social, llamados "media", no suelen tener lapsos carentes de información y se las apañan para imprimir cada día sus espacios con las llamadas noticias. 

Suelen dedicar su tiempo y espacios  a tres tipos de noticias: las dedicadas a la guerra, a la muerte, la mentira y los insultos entre políticos y ciudadanos, junto a los asaltos y la inseguridad de las ciudades. No importa su lejanía, lo verdaderamente importante es la radicalidad del hecho, a veces, más cercano a la conjetura. 

Otro tipo de noticas, versa sobre asuntos sociales y las secciones denominadas "rosa". Aquí se abre la puerta a las infidelidades y escándalos de actores y actrices, de los don nadie ahora llamados "influencer", y de los juegos de las damas con la vestimenta siempre tendiente al desnudo, y todas sus conversaciones relativas al sexo y al escándalo.

Por último, aunque esta trilogía no pretende acotar todos los contenidos de los media, se suelen dedicar espacios a las esquelas, obituarios, pues son noticias repetidas casi siempre, pero contribuyen sin ir a buscarlas a buenos ingresos en especial de los medios impresos.

No faltan, por supuesto, en los medios televisivos, mesas redondas con varios invitados, para hablar del último chisme con opiniones de todos los colores acerca de nada, en amplios tiempos donde el límite lo ponen las opiniones de los asistentes antes de pasar a la comidilla  siguiente. 

Son millones de personas en todo el mundo cuyo tiempo libre, a veces todo el día y parte de la noche, se emplea en estos asaltos a la razón, aunque si se les pregunta por algunos de los problemas reales de su entorno, no tienen ni la mínima idea.

Un día y otro se tejen con este tipo de "noticias" sin preocuparse por un empleo de su tiempo en pensar siquiera en un atisbo de solución,  a la escucha de los  vecinos y amigos en situaciones difíciles, siempre presentes en la vida de quienes pasan cerca por el camino de la vida. 

Impresiona ver los recintos políticos, un día y otro atacándose sin  respeto alguno sobre asuntos privados lejos de contribuir a la búsqueda de soluciones dignas para el bien común, con frecuencia el menos común de los bienes. Y los hijos crecen en este ambiente, y prefieren buscan en las redes sociales asuntos más escabrosos enlazados por la curiosidad y asombro de asistir en tiempo real a eventos impresentables en sociedad aunque en ella ocurran.

No sé si es oportuno apuntar una verdad, eludida en todos estos media, sobre el uso del tiempo cuando se nos pregunte a cada uno, y a la sociedad en general el uso dado a los denarios recibidos por cada uno. Es cómodo, sin duda, guardar el denario para no correr riesgos, pero, al final, la sentencia es clara: sabías que era un hombre exigente, y tu no lo has hecho fructificar. Luego, vete al lugar donde sera el llanto y crujir de dientes para siempre.


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