Para celebrar algo, me desnudo

 Si el pobre Aristóteles levantara la cabeza, comprobaría cómo las 10 "relaciones de contrariedad" a raíz de los diez contrarios supremos, quedarían reducidas significativamente.

Por ejemplo, los contrarios "bueno--malo" se quedarían fuera de la tabla porque se considerarían subjetivos y perniciosos para una cultura libre de imposiciones. No digamos de la pareja "macho--hembra"; esta concepción resta posibilidades a los cambios posibles defendidos hoy por feministas y grupos raros crecidos ante la indiferencia de la sociedad...de Naciones Unidas. También se debería eliminar la oposición "límite--sin límite" pues priva la visión única "sin límite".

Esta consideración última es la que permite desnudarse para una celebración cualquiera, por considerarla una "tendencia" natural, en especial, entre amplios sectores del público femenino: basta adivinar que habrá una cámara delante en una reunión social para que algunas féminas se dediquen a mostrar sus partes íntimas. 

Y la razón se avala  por la supresión del par "bueno--malo"". Ya no hay tal distinción, y si alguien se molesta por tales manifestaciones, puede usar su libertas y marcharse, pues a nadie le debería importar lo que ya no se distingue entre la variante "macho--hembra": Ya no hay tales.

En fin, esa tabla decálogo de Aristóteles resultaría motivo de escándalo incluso en las facultades de Filosofía, por no decir entre los amigos del arte, pues se entendería como un intento de eliminar las celebraciones al desnudo, es decir, con libertad.

¡Pobres sabios de Grecia: se pondrían a llorar delante del más destacado de sus pensadores, el gran Aristóteles!