Lo tan esperado ya ha llegado: Emanuel, Dios con nosotros

Amor fraternal: ¿por qué es tan necesario? | Cáritas de Monterrey

Ya estamos a unas horas de nacimiento de Jesús. Estamos ante el hecho más significativo, infinitamente más significativo de la historia. La naturaleza humana accede a lo divino porque Dios mismo, la. divinidad, ocupa el espacio de los hombres por el creado, con un fin.

Dios nunca actúa caprichosamente. Hay un fin, siempre bueno, en cada una de sus acciones, revestidas siempre por el amor. Es de aquí, del amor, de donde surge el sentido divino en su ser que no tiene principio ni tiene fin. 

Esto no significa que Dios es un algo estático, porque el amor no lo es. El amor siempre se ocupa de otro para hacerlo feliz. Exige un alguien a quien proyectarse, recogiendo a su vez, la infinitud dada a su condición de persona. Sin perder su esencia se transforma en lo que es,  un ser divino infinito, abierto a las emanaciones amorosas de otro como él. 

Por eso, después de resucitar, Jesucristo le pregunta a Pedro una sola cosa: "¿Me amas?", pues para él sólo el amor cuenta. Estamos aquí, todos, los hombres y las cosas, por un designio de amor. Y Cristo se hace hombre para rehabilitar al hombre en esa corriente amorosa y divina.

De aquí se deduce la razón de la existencia de cada hombre: se debe a un pensamiento de la Trinidad ---debemos recordar siempre la exigencia del amor a alguien, a una persona con quien relacionarse, y de cuyo fruto se concibe a otro, en este caso al Espíritu Santo--- donde se nos concibe también desde toda la eternidad.

Dios no se puede, no quiere, separarse del hombre a quien su existencia debe, y sin esa relación amorosa, esta "creatura" volvería a la nada, a ser nada. Quien no quiere corresponder a esa relación no vuelve a la nada,  sino a un estado donde la amor se extingue en su esencia aunque todavía sea. Este es el destino de quienes no quieren, no han querido querer ser amados, y se encuentran en una soledad absoluta.

Pero Dios viene hoy a visitarnos. Quiere en esta celebración recuerda recordarnos que Emanuel sigue con nosotros con el único fin de llevarnos a ese encuentro de amor después de esta vida.

Felicidades a cada uno, con cariño.






Comentarios

Entradas populares de este blog

El Imperio Británico no tiene amigos o enemigos: sólo tiene intereses

Las ventajas de ver lo bueno de los demás

Por qué ayudar a los demás