El "pensamiento débil" o el abandono de la verdad y del compromiso
Un signo de nuestro tiempo. Se ve a la verdad desde lejos, cuando alcanza a vislumbrarse. Y se cuelan por las rendijas de la incertidumbre propuestas melancólicas, y la gente va de la ceca (casa de la moneda) a la Meca sin saber dónde está. Ajetreo, dudas, desconfianza y deseos de escape, aunque sólo sea por un momento, a esos paraísos artificiales construidos en torno a la belleza natural, donde miles, buscando lo mismo, se amontonan junto a una toalla y una sombrilla. Quizá el paraíso se reduzca a eso: una toalla y una sombrilla para limpiarse y protegerse de los salpicones de agua del mar dejados por los transeúntes descuidados, cuya sombra de paso impide disfrutar del sol, un sol esperado pero abrasador. Ni siquiera en estos lugares de "recreo" se libran de la presencia de los inmigrantes. Amaestrados por la necesidad y por quienes abusan de su situación, discurren por la playa vendiendo baratijas durante largas horas. También ellos dejan atrás un mundo, escapando de...