Las noticias que sin querer (?) se esconden
Estamos ya en el mes de abril. La cuarta parte del año se nos ha ido sin apenas darnos cuenta, si bien para algunos este trimestre se haya vestido de tragedia y contradicciones sin cuento.
Por supuesto, estamos al corriente de las trágicas fechas de quienes viven en Gaza, en las derruidas fachadas de tantos países africanos, y en las invadidas tierras de Ucrania, sin dejar de mencionar el catastrófico paso del tsunami al pasar por el Sudeste asiático..
Estas noticias no dejan de ocupar las páginas de la prensa diaria. Todo lo que mueve a escándalo es el guiso preferido por los media. Baste un ejemplo. La princesa española Leonor, en su gira militar marina alrededor del mundo se le ha ocurrido ponerse el bikini y pasearse por la paya. Enseguida, gran controversia sobre la libertad de expresión. A sabiendas de quién se trata, dicen algunos, los medios deberían comportarse de otra manera, respetando esa poco común apariencia.
Mucho ruido. Pero nadie ha tocado el punto crucial de que si la princesa sabe del ruido mediático que causaría su aparición en uniforme playero en medio mientras disfruta de una día de asueto de su instrucción en la marina, debería aguardar un poco y evitar todo este jaleo acerca de nada, o casi nada, en su fotografía en una playa uruguaya por la que se ha pagado una suma millonaria. Es ella, la princesa de Asturias, la que debe cuidarse y saber atenerse a las consecuencias de una captura de tal índole.
Es el desnudo femenino en sus diferentes formas lo que se vuelve mediático, y ellas lo saben. Poco se habla de la desnudez forzada por la pobreza de tantos millones de personas en Asía y África, por ejemplo. La indiferencia mostrada por tales situaciones es una vergūenza auténtica, por no hablar de las salidas de tono en las galas cinematográficas o en cualquier lugar sonde se barrunte la presencia de una cámara.
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