Formar más que instruir
Desde que la tecnología avanza sin freno, nos estamos quedando sin posibilidades de comunicación. ¿Pero, acaso no disponemos ahora de facilidades nunca vistas para enlazarlos de muchas maneras con interlocutores incluso desconocidos para nosotros?¿Dónde entonces está lo rogativo de estos avances?
De negativo no hay nada. Pero sí es "limitativo". La instrucción en los diferentes campos tiene unos límites y con ellos se marca la profesión, Dentro de esos límites se puede ser experto y contribuir al bien de su entorno, además de percibir una remuneración por esa actividad con la que se puede hacer el bien de mantener a una familia y ayudar a quienes no logran entrar el la dinámica laboral. No podemos olvidar que el hombre fue creado para que "trabajara", y esto es precisamente el principio del orden social en cualquiera sociedad.
Pero "formar" a una persona es otra cosa. Para empezar, no tiene límites. Está abierta la formación al mundo, al universo entero: cielos y tierra. Por eso quien se deja aherrojar por sus problemas, mentales o materiales, le va a resultar difícil entender y vivir la libertad. Se habla mucho de esta variable pero no se suele tener no idea. Las preocupaciones y exigencias de la vida lo llenan todo y no le dejan un mínimo de espacio interior para albergar las llamadas del espíritu, sin apegarse a nada.
Esa "celda interior" requiere de silencio frente a los reclamos constantes de la vida llena de llamadas constantes a la actividad mental o física, que no deja espacio para pensar en la verdadera razón de nuestro tiempo aquí en la tierra, y descubrir que ese Dios que nos puso en este tiempo y lugar está a nuestro lado siempre.ano lo vemos, pero por eso importa; lo visible se acaba con el tiempo. Y lo que es y no vemos dura para siempre.
A este se debe la "formación": A lo que dura para siempre y es nuestro fin.
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