Algunos aspectos de la otra vida: el infierno

Infierno de Dante en la "Divina Comedia".

El primero de todos es que sí existe el infierno. No es un lugar, es un abismo de sufrimientos indecible, para siempre.

Se abre con la realidad de verse privado de Dios. Además se asocia  con un perpetuo remordimiento de conciencia. Entonces se sabe con claridad que esa condición no acabará nunca. El alma sufre de un fuego sin destruirla, terrible, pues es fuego espiritual. Todo esto en medio de una obscuridad continua y un olor sofocante. A pesar de la obscuridad los de demonios y los condenados se ven entre ellos: siempre en la compañía de Satanás. Para perturbar más este ambiente, se da un odio a Dios y una angustia horrible con palabras indecentes y blasfemias. Pero, sumado a todo esto, se dan tormentos indescriptibles de los sentidos según el tipo de pecado de cada persona en medio de una especie de cavernas y fosas de tortura todas distintas entre sí. 

Esta es la descripción atenuada de las torturas de los condenados escritas por santa Faustina Kowolska por orden de Dios con el fin de difundirlas y dar cuenta de su existencia.

El sufrimiento de las almas allí no es más que un reflejo de los daños sufridos. Y se da el caso de que la mayoría de quienes se encuentran en tal estado no creían en la existencia del infierno.

Esta es un verdad horrible y nos puede ayudar a comprender la gravedad del pecado, incluso de los más pequeños, que consisten en el desprecio a un Dios que es infinito y amor.

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