Saber y poder no son lo mismo.


Se sabe para conocer la realidad. De ahí nace el asombro y el respeto por las personas y las cosas. El poder, sin embargo, quiere apropiarse de la naturaleza, hacerla a su imagen y semejanza y controlarla.

El creador del hombre se dio cuenta de esto, y lejos ejercer su poder omnímodo, concedió a las criaturas la libertad. Por eso sólo se le puede querer queriendo, y se le puede atacar yendo en contra de su voluntad.

Por eso la libertad es el don más preciado del hombre. Nos hace realmente como dioses. Entonces, la tentadora oferta satánica a nuestros primeros padres no tenía sentido alguno. Ya eran como dioses sin comer del fruto prohibido. Fueron creados a "imagen y semejanza" de su creador. Es decir, el padre de la mentira se portó como tal en su primera intervención en la humanidad destinada a seducir a Eva, en primer lugar, para desobedecer a su creador "mintiéndole".

El "saber" es para guiar en la consecución  del "fin"; el "poder" es para subordinar todo a la voluntad personal o a la de otro. Podría darse el caso de que la "humildad" entrara en juego, y el poder entonces se encauzaría en el camino de la verdad, dejando a un lado la soberbia. Pero es difícil, aunque, claro, para Dios no hay imposibles.







 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra