Perseverar

La perseverancia es el único remedio para llegar al fin.
En el último punto de Camino de san Josemaría Escrivá el autor nos dice que el "secreto" de la perseverancia está en el "amor": "Enamórate y no le dejarás".
Quizá este punto nos explica muchas cosas de la vida, en especial lo referente al matrimonio y a la relación con Dios.
Como seres en relación que somos, nuestra atadura con los demás reside en el amor. Es algo que no se encuentra en el aparador del vendedor de la esquina. Por el contrario, el amor no está a la venta; sólo se gana con la entrega personal de aquello que sabemos que le agrada al otro.
Se trata de un desprendimiento de tiempo, de afecto, de compasión, de compañía con el enfermo, de convivir incluso con algo que no nos gusta sin esperar nada a cambio.
Sabemos que el comenzar una cosa es algo que más cuesta. Es cierto. Pero continuar en aquello cuyo comienzo es arduo requiere de perseverancia, sin alardear de machismo, sino en silencio, poniendo buena cara, con una sonrisa si fuere posible.
Mañana salimos a Boston para pasar la fiesta de Acción de Gracias con la familia, y ahora con las dos nietas gemelas. Es una cena familiar única, con pavo incluido.
Va a ser un bonito arranque de las fiestas navideñas, que esperamos con cariño.
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