Al pensar positivo, le falta aún el dar ejemplo
Con frecuencia nos asalta un pensamiento negativo. Si se prolonga esta llegada, es muy posible que se multipliquen las ideas torpes. Puede ser entonces que el objeto del pensamiento, bien sea una cosa o una persona, un trabajo, una gestión, se enreden de tal manera que no dejen articular un camino seguro para dirigirse al lado positivo o para salir del atolladero.
En principio a todos les gustaría salir de ese mal rato, pero no aciertan a dar con la salida. Recuerdo un pasaje de la vida de Jesús, extremo cuanto cabe. Estaba en los últimos momentos de la crucifixión. Después de pasar por todas las burlas inimaginables, clavado como estaba en un madero, delante se su Madre y sus amigas, acompañadas de su apóstol más joven y más querido, quiere decir unas palabras referidas al Padre, sobre quienes lo han llevado a tal estado: "Perdónalos". Además adjunta una razón para hacer tal cosa: "No saben lo que hacen".
El que podía acabar en un instante con quienes le habían llevado al extremo de quitarle la vida sin razón alguna --razones puede haber muchas: es fácil crearlas--, perdona a quienes lo injuriaban.
Pero es que el perdón nace del amor. Dios es amor y por eso perdona siempre. Al crear el mundo, las cosas, las personas, sabe muy bien el rumbo de su existencia con los hombres. Lo van a ignorar hasta el punto de quitarle la vida, y achaca tal comportamiento a su ignorancia. Y perdona a quienes han cometido el crien mayor de ella historia.
Ese no saber qué hacen se debe sin duda a la falta de ejemplo. Es difícil actuar de la manera debida si nunca se ha visto hacerlo. Hoy cunde en nuestra sociedad el comportamiento áspero, negativo, en parte debido a la celebración de los media en primera página de toda aquella conducta fuera de la norma de convivencia sana entre los hombres y entre los pueblos. Y se aprende a reaccionar de manera negativa ante cualquier contrariedad. Da pena la conducta de esa señora extranjera en México insultando y acosando a un agente del orden porque iba a cumplir su obligación de bloquear su automóvil por estar fuera de lugar: lo insulta, grita y se le echa encima por actuar de acuerdo a las normas.
La desfachatez de tal conjunta es un ejemplo entre muchos del refrán donde los bandidos le tiran a las escopetas. Deleznable.
El buen ejemplo falta. La virtud no se aprende hablando de ella, sino viendo esa conducta admirable en los demás, empezando por la propia familia...
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