Pero, ¿qué camino elegir en la vida en medio de tantas opciones?


"Es que yo soy muy..." Cada quien, de acuerdo con su personalidad, puede decir lo que quiera. Pero el camino a elegir, siempre, es el de procurar identificarse con Cristo. 

Por supuesto, cada uno tiene sus "cadaunadas", su temperamento, y se pondrá de manifiesto en las acciones, virtuosas o llenas de defectos.

Es ahí, en medio de esa forma de ser, que debemos buscar, encontrar el camino de la santidad, querido por Dios para cada una de sus criaturas. Parecerse a Jesucristo: es modelo. De ahí la buena costumbre de leer y meditar su vida en los evangelios.

Para este crecimiento es necesario irse despojando de la soberbia.

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