De paseo sin agua y sin Dios


Salir de paseo es una recomendable costumbre. Unos pasean a la mañana temprano, otros al mediodía, y muchos al atardecer. Está bien, y está mejor si se pasea durante al menos media hora.

Pero, esas costumbres de pueden ver alteradas por la temperatura reinante. Por ejemplo, si en el paseo mañanero el termómetro ya marca cerca de los 30 grados Centígrado, conviene cargar con una botella de agua. Pero si se atreve a dar el  paseo al mediodía, la temperatura puede rondar los 32 o 33 grados y no cualquiera resiste la caminata bajo el sol, sin importar si lleva o no agua consigo. Por eso, en tales días más vale quedarse en casa con un buen ventilador o aire acondicionado. Quizá al atardecer, las temperaturas ya se han calmado y la brisa empieza a soplar, invitando así  al paseo  habitual.

Sin embargo, no todo el año está así de predecible. Es como la vida. Suele amanecer bien, sin cuidado. Al llegar la adolescencia la temperatura sube, y comienzan las llamadas de la carne, que se ven correspondidas por los miles, así, miles de representaciones de niños y jóvenes ejecutando actos sexuales sin reparo alguno en las redes sociales. La exposición a estas situaciones dejan profundas huellas en quienes adquieren el hábito de entretenerse de esta manera a cualquier hora. 

El atardecer y la noche son los principales sicarios del corazón y de la mente de la juventud, En soledad, dentro y fuera de casa, se desatan las pasiones si que importe la representación, los recuerdos,  o la vivencia encontrada en algún antro del lugar sin límite alguno en las ofertas de sus espectáculos. Este es el paseo nocturno de algunos jóvenes, apoyado por compañeros de la nocturnidad.

Los padres deben reunirse con loa papás de los amigos de sus hijos y hablarles con franqueza de las andanzas de los jóvenes. Digo papás y no mamás porque más del 90% de los jóvenes siguen el camino de los valores  cristianos y de las buenas costumbres, cuando el  papá les enseña así con el ejemplo. Luego, se de deben reunir en casa de algunos de estos papás el grupo de amigos de los jóvenes y algún papá o conocido haga presentaciones del estado de cosas en el mundo (son más de 300 millones de escenas inadecuadas subidas a las redes cada semana en todo el mundo), a la vez que se habla también de los principios que deben guiar toda conducta de jóvenes y de adultos.

Estas reuniones habidas con cierta frecuencia, además de la formación sin reparos de las cosas de Dios, surtirán efecto en los asistentes y, en conversaciones personales, se irán viendo los puntos más adecuados para ser trataos en alguna de las reuniones.

Sí, conviene hablar de las cosas de Dios, de los principios que deben regir toda conducta humana, para no dar pasos en falso, para no salir a pasear con calor y sin  una botella de agua.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo difícil de ser abuelo

Un mundo sin descanso..., cuando falta el fin

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio