El buen ejemplo
Estamos llenos de imágenes y textos provocativos hasta lo inverosímil. Los ejemplos nacidos de exponerse a estas experiencias crean adicciones a partir de la infancia. Niños a partir de los cinco años se acercan a las fotografías de las redes sociales y quedan enganchados en asuntos sexuales ininteligibles para ellos pero atractivos pues despierta en estas edades una curiosidad sin límites compartida después con sus compañeros mostrándoles sus hallazgos como algo increíble. El buen ejemplo no está tan asequible como el malo. C omenzando desde la familia, los hijos sorprenden a los padres, cuando los hay, en actos semejantes a los vistos por las redes y en televisión. De esta manera llegan a confirmar la existencia de mundo ahí fuera de su alcance pero real, tan real como las escenas de personajes de carne y hueso presenciadas en lo privado de sus teléfonos portátiles. El joven santo de ayer,día 12 , Carlo Acutis, de tan sólo 15 años, debe servir de ejemplo a tantos y tantos jóvenes q