¿Pueden las las almas del purgatorio ser más felices que nosotros?


Las almas más felices después de los santos, están en el purgatorio. Pero, ¿cómo puede ser esto si en ese estado sufren lo indecible? ¿Acaso un vividor de este mundo no disfruta de sus correrías más que esa almas en medio del fuego? 

Para responder a estas preguntas, debemos dar un paso atrás y preguntarnos: ¿cuál es el fin del hombre? Sabemos que éste consiste en la felicidad. ¿Y en qué consiste ea felicidad? La felicidad del hombre consiste en la contemplación para siempre de Dios,  sumo bien. No hay mayor bien que éste. Para este fin fue creado el hombre. Por consiguiente, los goces o los dolores de este mundo valen la pena en tanto en cuanto nos acerquen a ese fin último. Lo importante no es si algo nos causa dolor o no, sino si ese acto nos acerca a nuestro fin.

El temor del hombre sobre la tierra consiste en no saber si al final, se encontrará con  su creador cara a cara. De hecho este es el único y verdadero temor del hombre. Y alcanzar este don, depende de las obras realizadas por cada uno antes de su muerte. Por ellas será juzgado y premiado o condenado para siempre.

Ahora podemos entender la felicidad de las almas del purgatorio.Han sido juzgadas y tras un lapso de sufrimiento para redimir pena por las culpas de sus pecados  reconocidos y de los que se arrepintió y dio cuenta mientras vivía, van a ser admitidas para gozar para siempre de la presencia de Dios. Nadie en la tierra goza de esa seguridad.

Así, las almas del purgatorio saben con seguridad de su llegada al cielo en el momento oportuno. De ahí su felicidad relativa, que se agranda cuando nosotros rogamos por ellas. Su agradecimiento lo pagan rezando por nosotros, y cuya intercesión mucho puede delante de Dios.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra