No siempre llueve a gusto de todos (Catalina de Siena)


Tenemos a veces lo que queremos, pero..., de cuando en vez, no siempre llueve a nuestro gusto.

Debemos acostumbrarnos en nuestra vida a las contrariedades; si bien no siempre queridas por Dios, sí ocurren bajo su permisión. Es así como discurrimos por nuestro camino, con alegría, sin preocuparnos demasiado por lo accidentado del recorrido. 

No sirve de nada sentirse mártires. Hay que fijar la mirada en aquellas otras personas, conocidas o no por nosotros, que lo recorrieron sin quejarse. Por ejemplo, hoy, fecha de su muerte,  se celebra la fiesta de santa Catalina de Siena (1347-1380), Doctora de la Iglesia y patrona de Europa. Casi nada. Fallece a los 33 años, y provenía de una familia numerosa, tanto que haría palidecer a quienes hoy ciegan las fuentes de la vida. 

Era la número 24 de una familia de 25 hijos, todos de la misma madre. Tocada muy de cerca por la vida de Jesús, fue capaz de escribir casi 400 cartas a personajes de su época ---a pesar de sus escasos o nulos conocimientos de redación--- para frenar las disputas de la Toscana con sus vecinos, y lograr que el papa Urbano VI regresara a Roma después de exiliarse en Avignon, Francia, sufriendo toda suerte de contrariedades en su corta vida, siempre acompañadas de su oración y mortificación continuas.

En la Iglesia de santo Domingo en Siena, se conserva su cabeza y el índice de su mano (¿derecha?), que tiene ya un color grisáceo, expuesto a la vista de los fieles visitantes. 

Vale la pena leer su Diálogo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando se acerca la muerte, y se piensa en el Purgatorio

La noche de las Perseidas, y san Lorenzo de Azoz

A veces se nos olvida que lo santos vivieron ---y viven--- en la tierra