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Mostrando entradas de junio, 2024

La rebelión destruye el amor; la excomunión, no

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Excomunión de  Lutero hace 500 años. En los últimos días estamos asistiendo a varios casos de excomunión de la Iglesia. Esta es, sin duda, una situación extrema debido a la persistencia de una persona o de un grupo en una postura contraria a las enseñanzas y la tradición de la Iglesia católica. Al repasar este concepto de excomunión me encuentro con un texto del cardenal Ratzinger sobre este tema, y debido a la actualidad de los pronunciamientos me parece oportuno tratar el punto, no sin reclamar  o juzgar de los casos tratados por las autoridades competentes, pues en última instancia es la conciencia de quienes se han visto  involucrados en el caso, la que debe dar cuenta de los hechos y la extensión de su aceptación. Se trata de distinguir entre lo que constituye una rebelión y otros actos merecedores de una excomunión.  La rebelión supone un rompimiento, un no querer saber nada con lo anterior o con el nuevo orden. La excomunción, sin embargo, suele dejar un lamento, una pena en lo

Pero, ¿qué camino elegir en la vida en medio de tantas opciones?

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"Es que yo soy muy..." Cada quien, de acuerdo con su personalidad, puede decir lo que quiera. Pero el camino a elegir, siempre, es el de procurar identificarse con Cristo.  Por supuesto, cada uno tiene sus "cadaunadas", su temperamento, y se pondrá de manifiesto en las acciones, virtuosas o llenas de defectos. Es ahí, en medio de esa forma de ser, que debemos buscar, encontrar el camino de la santidad, querido por Dios para cada una de sus criaturas. Parecerse a Jesucristo: es modelo. De ahí la buena costumbre de leer y meditar su vida en los evangelios. Para este crecimiento es necesario irse despojando de la soberbia.

Nuestro fin, el fin del hombre, no se inventa

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No sé cómo comenzar a escribir de lo verdadero, de lo importante para nuestra vida, la de solteros, casados, sacerdotes y religiosos. Metidos cada uno en sus diferentes formas de vida, tratan, si de veras viven su vocación, de parecerse a Jesús, Dios hecho hombre en la tierra. Esto no es poca cosa, pues obedece al mandato imperativo de "ser perfectos" con la perfección del Padre celestial. Entonces, ese es nuestro modelo. Se puede imitar a los santos pero  en la medida que su vida se parece a la de Cristo en la tierra. Nadie puede venir a pervertir este fin de cada uno para poder alcanzar la santidad. Convendría por lo tanto, considerar este parecido a conseguir antes de comenzar cualquier acción, no importa su relevancia material, cómo se comportaría ese Dios hecho hombre para enseñarnos la forma de conducirnos en las tareas diarias de nuestra profesión, del peculiar camino de vida elegido por cada quien para irse acercando a esa figura de natural excelencia en el desempeño

De paseo sin agua y sin Dios

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Salir de paseo es una recomendable costumbre. Unos pasean a la mañana temprano, otros al mediodía, y muchos al atardecer. Está bien, y está mejor si se pasea durante al menos media hora. Pero, esas costumbres de pueden ver alteradas por la temperatura reinante. Por ejemplo, si en el paseo mañanero el termómetro ya marca cerca de los 30 grados Centígrado, conviene cargar con una botella de agua. Pero si se atreve a dar el  paseo al mediodía, la temperatura puede rondar los 32 o 33 grados y no cualquiera resiste la caminata bajo el sol, sin importar si lleva o no agua consigo. Por eso, en tales días más vale quedarse en casa con un buen ventilador o aire acondicionado. Quizá al atardecer, las temperaturas ya se han calmado y la brisa empieza a soplar, invitando así  al paseo  habitual. Sin embargo, no todo el año está así de predecible. Es como la vida. Suele amanecer bien, sin cuidado. Al llegar la adolescencia la temperatura sube, y comienzan las llamadas de la carne, que se ven corres

No cansarse ni avergonzarse nunca de pedir ayuda

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Somos poca cosa. Incluso los personajes más conspicuos de la historia, son manos que nada, aunque sean algo. La prueba de este aserto nos viene de muchos lados. Desde el primer hombre, Adán y su esposa Eva, hasta los grandes como Alejandro Magno, Platón, César, Agustin y los mismísimos san Pedro y san Pablo. La diferencia entre estos gigantes de la historia y los demás radica en su humillad, porque reconocieron su debilidad en tener los pies de barro aun en sus hazañas. Ser el primer hombre de la tierra, es un honor irrepetible, pero supo llorar el haber desobedecido a su hacedor. Alejandro Magno guardó siempre a la vista sus debilidades en medio de sus incuestionables victorias. Platón, capaz de subir intelectualmente a las cumbres del saber, se rodeaba de quienes le podían recordar sus extravíos y lo ponía por escrito para no fiarse de sólo de su memoria, enturbiada por el amor propio. El propio César, campeón de  conquistas en las Galias perece por la traición de quien consideraba s

Oído atento al ser de las cosas

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Frase de Heráclito (535 a.C- 470 a.C.). Quizá decía esto por su insistencia en concebir las cosas como en un continuo fluir, lo que sin duda dificultaría el discernir su ser.  Al descubrir el ser de las cosas, lo que verdaderamente son, se despierta el deseo de conocer sus límites, y el consiguiente respeto por ellas. Entonces se puede hablar de lo que algo es, y sobran los pareceres y las habladurías. Al obrar así estaríamos configurando  la profesión de periodismo. Con razón, ante la abundancia de bulos y tráfico de habladurías, Ramón de Campoamor,  en el siglo XIX (1817-1901), escribía unos versos ahora ya clásicos: "Y es que en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira; todo es según el color del cristal con que se mira".  Lo cierto es que Dios nos ama a cada uno, con sus cadaunadas , de especial manera. El   amor lo es todo en la vida de una persona, y el sinsentido asoma cuando no percibimos esta realidad, como si hubiera una interrupción en el fluir del amor.  Dios n