Ante la incapacidad de la política, se imponen las restricciones
La ciencia funciona con "definiciones", contra más exactas mejor; pero nos enfrentamos a lo que no podemos ver, a lo que no se conocen sus límites, a lo que no se puede definir. Es decir, los objetivos de la ciencia se caen estrepitosamente; medir, exactitud, definición. Por esto, unos científicos dicen una cosa, otros otra. Y los mismos, dicen y se desdicen.
Como si la ciencia hubiera llegado a su límite, chocando la ola contra la roca inamovible que la destroza, impidiéndole avanzar. O como perderse en solitario alrededor del universo, sin saber donde empieza y donde termina, dando gritos que nadie puede escuchar en un silencio indefinido.
En fin, toda esta confusión creada en torno a la pandemia, por gente que no es tonta y por quienes desean establecerse para siempre y porque sí en las sillas del poder, da pena verlos en su nula contribución a ese bien, que, por ser común, no lo alcanzan a vislumbrar los que se mueven por el "beneficio propio".
Sin embargo, todos estos sinsabores pueden servirnos a cada uno en lo personal, pues siempre se encuentran caminos donde podemos ayudar a los demás, comenzando por la familia de cada bien. Así, de este mal, podrían sacarse grandes bienes.
Comentarios
Publicar un comentario