La soberbia de los buenos...
Hace hoy 80 años, el 29 de julio de 1940, el fundador del Opus Dei, Escrivá de Balaguer, ocupaba la casa de la calle Diego de León en Madrid, aunque él llegaría a vivir ahí unos meses más tarde, en octubre.
En esas fechas, se habían levantado toda una serie de calumnias en contra de san Josemaría. Le asediaban por todas partes, y tantas injurias y acusaciones le llegaron a quitar el sueño. Él las llamaba la "contradicción de los buenos". Esa noche bajó al oratorio y rompió en sollozos, diciéndole al Señor presente en el sagrario: "Si tú no necesitas mi honra, yo ¿para qué la quiero?".
A veces puede ocurrir en nuestra vida algo similar, cuando personas cercanas han dedicado años el tiempo de su vida en la tierra a quitar la fama a quienes convive para acabar con su prestigio. Cuando todo se vale para conseguir el fin, se va sembrando por todas partes sigilosamente la semilla de la cizaña, para ir asegurando la victoria.Y el mal es tan retorcido que quienes así obran lo hacen creyendo prestar un sevicio al "bien". Es la hora de repetir la súplica de san Josemaría delante del sagrario: "Si tú no necesitas mi honra, yo ¿para qué la quiero?"
La casa ocupada en 1940 es ahora la sede de la Comisión Regional del Opus Dei en España. Además de guardar las criptas que guardan los restos de los padres de San Josemaría, el sagrario del oratorio podría contar mil historias, agradables y desagradables, de la historia de la Obra en sus comienzos de España, vertidas ahí mismo desde el corazón de san Josemaría.
En esta misma línea, no debería extrañarnos tampoco la falta de atención debida a tantos trabajos realizados buscando el bien de los demás, aun cuando delante de ellos pasan las gentes sin siquiera prestarles un parpadeo de su atención. Algo así como le ocurrió a san Pablo en su primera visita a Atenas, cuando los filósofos presentes en el Ágora, le decían: Ya vendremos otro día a escucharte.
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