Aprender de entre sabios, pemios Nobel y santos (D. Pedro Casciaro)


Pedro Casciaro. Sería en el curso del año 1989, cuando, una coincidencia me permitió encontrarme en una salón de actos donde un grupo de jóvenes escuchaban a D. Pedro Casciaro, la prudencia a seguir cuando  se aconsejaba a otros amigos sobre las llamadas vocacionales. La manera más segura de proceder venía auspiciada por la dirección espiritual, donde un sacerdote, con gracia de estado, podría discernir con más claridad si una determinada persona tenía o no vocación para seguir un camino determinado. Este sacerdote, D. Pedro, había comenzado la labor del Opus Dei en México, donde enseguida cuajaron muchas vocaciones para esta Prematura Personal, y pudo orientar también a otros tantos a iniciarse en otros caminos distintos de acuerdo con su llamada. Me ha servido en muchas ocaciones este  consejo para dárselo a quienes lo requerían, bien en lo personal o para orientar a quien, como amigos, solicitaban un consejo al respecto.


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