Disney y la Navidad
Ahora el pato Donald no va a enseñar a vivir la Navidad.
Al menos esta es la pretensión del consorcio Disney, que jamás se ha preocupado de la religión. En un blog, Disney nos invita a aprender de la Navidad con sus personajes.
Propone que si seguimos el ejemplo de los personajes de Disney, celebraremos la Navidad adecuadamente.
Es una noche de paz y amor. La genere brinca de emoción, y ahí es donde se puede imitar a personajes favoritos propuestos por Disney: Pinocho, Blancanieves, Mickey Mouse... Hay para todos los gustos.
Todo consiste en darse "un gran abrazo" a quienes nos rodean, y vestirse de la manera adecuad para esa gran noche. Y empieza el gran baile, cada quien a su manera, para demostrar las habilidades en una noche que es larga.
La propuesta es simple, al alcance de todos. Emociones, abrazos, sonrisas, baile. Por supuesto se silencia para complacer a todos, que la Navidad consiste en alegrarse, porque sabemos que hace dos mil años, nació Jesús, el Creador del mundo, que venía a salvarnos.
Y que llama la Navidad a todos los hombres de la tierra, católicos, cristianos y no creyentes para que sigan un camino entre sombras que lleva a la felicidad. Aunque en este camino siempre suele haber una estrella que nos marca el sendero a seguir.
Por favor, vayan a Disney, si quieren, pero no le hagan el mínimo caso a sus orientaciones sobre la Navidad, sin perdón.
Al menos esta es la pretensión del consorcio Disney, que jamás se ha preocupado de la religión. En un blog, Disney nos invita a aprender de la Navidad con sus personajes.
Propone que si seguimos el ejemplo de los personajes de Disney, celebraremos la Navidad adecuadamente.
Es una noche de paz y amor. La genere brinca de emoción, y ahí es donde se puede imitar a personajes favoritos propuestos por Disney: Pinocho, Blancanieves, Mickey Mouse... Hay para todos los gustos.
Todo consiste en darse "un gran abrazo" a quienes nos rodean, y vestirse de la manera adecuad para esa gran noche. Y empieza el gran baile, cada quien a su manera, para demostrar las habilidades en una noche que es larga.
La propuesta es simple, al alcance de todos. Emociones, abrazos, sonrisas, baile. Por supuesto se silencia para complacer a todos, que la Navidad consiste en alegrarse, porque sabemos que hace dos mil años, nació Jesús, el Creador del mundo, que venía a salvarnos.
Y que llama la Navidad a todos los hombres de la tierra, católicos, cristianos y no creyentes para que sigan un camino entre sombras que lleva a la felicidad. Aunque en este camino siempre suele haber una estrella que nos marca el sendero a seguir.
Por favor, vayan a Disney, si quieren, pero no le hagan el mínimo caso a sus orientaciones sobre la Navidad, sin perdón.
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