Lo tan esperado ya ha llegado: Emanuel, Dios con nosotros
Ya estamos a unas horas de nacimiento de Jesús. Estamos ante el hecho más significativo, infinitamente más significativo de la historia. La naturaleza humana accede a lo divino porque Dios mismo, la. divinidad, ocupa el espacio de los hombres por el creado, con un fin. Dios nunca actúa caprichosamente. Hay un fin, siempre bueno, en cada una de sus acciones, revestidas siempre por el amor. Es de aquí, del amor, de donde surge el sentido divino en su ser que no tiene principio ni tiene fin. Esto no significa que Dios es un algo estático, porque el amor no lo es. El amor siempre se ocupa de otro para hacerlo feliz. Exige un alguien a quien proyectarse, recogiendo a su vez, la infinitud dada a su condición de persona. Sin perder su esencia se transforma en lo que es, un ser divino infinito, abierto a las emanaciones amorosas de otro como él. Por eso, después de resucitar, Jesucristo le pregunta a Pedro una sola cosa: "¿Me amas?", pues para él ...