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Ahora es el tiempo de sembrar

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Tengo a la mano las vidas de Leonardo da Vinci, regalo de cumpleaños de mi hijo Thomas,  y la de Faustina Kowalska (1905-1938), también  regalo de un gran amigo, D. Marcelo Garza Lagüera (1934-2008), que ya estará en el cielo junto con la santa polaca, cuya biografía me ha hecho y sigue haciéndome gran bien con su lectura. La vida del genio italiano, bien escrita, está repleta de anécdotas pictóricas desde la juventud de Leonardo hasta su muerte (1452-1519) a los 67 años. Como no soy artista, aunque me asombran sus logros,. no me mueve su vida aunque reconozco su valía en la pintura, escultura y tecnología (ingeniería militar). Llevaba consigo una especie de cuadernos donde anotaba todo lo descubierto por su agudo espíritu de observación acompañado pro dibujos y  esquemas minuciosos sugeridos por su creatividad incesante. En total se han quedado más de siete mil doscientas páginas con sus ideas,  que consideraba útiles,  en los cuadernos colgados de su...

Lo más importante

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Hemos llegado a uno de los  puntos culminantes de la historia, donde se hace más explícito el amor de Dios por los hombres. Se trata del domingo de la "misericordia". El amor divino se nos ha manifestado de muchas maneras y en tiempos distintos. Por supuesto, su "encarnación"  y "nacimiento" ocupan uno de estos lugares donde el amor se palpa, sin los cuales el hombre quedaría sin rumbo en la tierra. Luego, vienen la muerte y la "resurrección" del Señor. Pero, como muchas veces la gente no se entera, vienen toda una serie de apariciones  de su Madre Santa Maria a personas de todos los países dejando mensajes inolvidables, válidos para todo tiempo y para todas las personas.  Sin embargo, el último regalo divino, después de mostrarnos su Sagrado Corazón en el año 1673 a la monja santa Margarita María de Alacoque, es el mensaje dado a Sor Faustina Kowalska, monja polaca, que reproduzco a continuación porque no tiene pierde: "Hija mía, habla al. ...

Guardar silencio cuando todos hablan

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El silencio en la vida es un fundamento saludable. Ahora, con la muerte del papa Francisco, se ha separado la nube de comentarios sobre asuntos ignorados por quienes los publican pero consumidos hasta atragantarse casi por la vorágine de los usuarios de las redes y los media.  Estamos en tiempos de un consumismo sin límites. Hoy el fallecimiento del Papa se presta a toda suerte de opiniones y se refleja en la asistencia al funeral previsto para este sábado de 50 representantes de gobiernos de todo el mundo y 7 miembros de la realeza europea.  La mayoría de estos personajes, y los miles de asistentes desconocidos para ellos, apenas han hecho caso alguno a las llegadas de atención del Pontífice durante su ejercicio, si bien él defendía la paz, los menesterosos, los emigrantes forzados por la pobreza y la inseguridad, a la hora de a verdad los dueños del poder y de la riqueza no ceden siquiera   un ápice de sus dominios. Quizá entonces la conver...

El papa Francisco: lo nuevo y lo de siempre

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Le llegó su hora al papa Francisco. De scansa  en paz.  Él ya ha rendido su vida delante de Dios. Su suerte está echada . Nosotros nadie somos para enjuiciar su vida apenas consumada no porque era papa, sino porque era persona hecha a imagen y semejanza de su creador, y sólo él, misericordia infinita  puede  juzgarla  amorosamente. Nadie en la tierra puede llegar a tener tal alto ministerio: ser el representante del mismo Cristo. Como hombre nacido en Argentina justo en los comienzos de la guerra civil española, 1936, había cumplido 88 años. Jamás volvió a su país ni visitó España después  de su elección al pontificado. El mundo es muy grande y él tendría sus razones. Gobernar la Iglesia católica durante 12 años es ardua tarea. No han faltado nunca desde su fundación facciones empeñadas en hacer las cosas a su manera, pero esas formas de hacer no siempre están de acuerdo con el Evangelio de los principios  cuando se les dijo a los prime...

Con lo absurdo nos alejamos de lo real; con el misterio nos acercamos

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En nuestra conducta, no  basta seguir una ocurrencia, ni tampoco hacer lo que bien nos parece. Se requiere vivir en un mundo real, donde no siempre el desencanto, desafortunadamente,  cuando se siguen las apetencias de quien obra según su conveniencia. El hombre  está aquí  con un fin muy concreto, que él no se ha fijado. Hay por lo tanto un orden concreto en todo lo creado, especialmente cuando se trata de realizarse, de ser real, como persona. Salirse de ese orden trazado equivale a introducir el caos en la vida personal y social. A veces nos preguntamos el porqué de la violencia reinante incluso en el seno familiar, y mucho más en las relaciones sociales, entre pueblos y países. La guerra es una plaga que sin cesar amaga el porvenir de la convivencia. Llegamos a pensar que dedicarse al estudio de la historia significa adentrarse en un continuo conflicto entre pueblos y naciones hasta llegar a un punto donde el vencedor se vuelve un ti...

Trabajar por si acaso

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  Vamos a dejar a un lado los años mozos, antes de la jubilación. El hombre está hecho para "trabajar", y debe tomarse en serio su oficio cuando está pasando por esos años antes del retiro. Pero, ¿qué ocurre después de jubilarse? En ninguna parte se lee que después de una años de trabajo, el hombre debe dedicarse a la vagancia. Esas normas del retiro laboral son reglas puestas por las empresas y de alguna manera se surte de una pensión para hacer frente a los años siguientes, aunque no todos tienen esa suerte.  Es cierto. Muchos de los retirados de su trabajo profesional, dicen que no saben hacer nada y se dedican a tomar el sol, sentados en una banco con los amigos. Sin embargo, esa falta de dedicación a una tarea es con frecuencia el comienzo de enfermedades, sobre todo mentales, que incapacitan a las personas incluso a las relaciones sociales o un paseo cotidiano porque no pueden valerse por sí mismos. Claro, no es una regla, pero no deja de ha...

Pero, ¿cómo es el cielo?

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San Pablo es el único visionario del cielo cuando aún estaba en la tierra. Habló una vez de su experiencia, pero no pudo decir nada después de su regreso desde el tercer cielo: "Ni ojo vio,  ni oído oyó"  lo que Dios nos tiene preparado después de la muerte. Pero no hace falta que nos hable porque Dios es amor. El amor no se ve, ni se toca, ni se oye. Consiste en una entrega, en un darse al otro con quien se va formando una unidad inseparable. Algo de esta unión se da en la Eucaristía. En ella nos vamos acostumbrando a poseerlo, transformando  en una sola cosa con él, y no lo vemos ni sentimos. Es una unión discreta, sin ruido alguno, aunque se digan cosas  mutuamente en silencio. Por eso a Eucaristía es un anticipo  real del cielo, semejante a los amores de la tierra. Cuando se ama ya no se necesita nada más. Y apenas se nota el paso del tiempo.