La eficacia tiene un valor relativo
El mundo de hoy se rinde ante la eficacia. No está mal, pero no siempre está bien. Para santo Tomás, la verdad es el último fin de todo el universo. Por eso, como ya hemos citado en varias ocasiones, Santa Teresa solía decir que, la humildad es andar en verdad, dejando de lado las presunciones de las ocurrencias personales con las que se corre el riesgo de llegar a ninguna parte o de perderse. Por eso la letrilla de la canción popular nos advierte: "hay que saber llegar". Solo, es muy difícil. Tendemos a distraernos de camino con suma facilidad. El diablo siempre está presto a mostrarnos un fruto con el que podríamos "ser como Dios". La eficacia es una técnica, y nosotros estamos hablando de un "fin". La técnica será correcta si nos lleva hacia el fin. De otra manera, por mucho que, por ejemplo, Elon Musk o sus seguidores nos propongan un método, que nos permitiría llegar a la Luna, sería inútil. Se trata de llegar al cielo; ése es nuestro verdadero fin...