La capacidad de asombro y la alegría del buen vino
William Turner (1775-1851), Londres. Si no hubiera cielo, mi vida nada valdría, eso así, al verme tan incapaz y sin merecerlo, nace el comienzo de mi asombro , se llena de alegría el alma, dispuesta a caminarlo todo. De esta manera de ver, mi amigo se abría conmigo a las puertas de la muerte, sin remedio y sin cura de una enfermedad en el rayar de su juventud. Ese poder de asombro tiene como su "causa" la capacidad del hombre a un conocimiento del fundamento absoluto de las cosas. En ese primer atisbo de la verdadera realidad , el corazón intuye sin dudarlo lo que le espera. Y sin más, sin explicaciones, se entrega al trabajo de recorrer ese camino , aceptando lo que viniera. De ahí la esperanza del morir, porque se alcanza la caza en la alta vida. Ese deseo de saber, sin la intervención de la razón, vislumbra otra luz distinta al final del camino; por eso su deseo de avanzar se llena de alegría, no exenta de cansancio. Ese andar, aunque trabajoso, no se mueve por la c...