El País: ¿Defiende la verdad frente a la mentira? El peso de la ideología
En nuestro tiempo se trata, al fin y al cabo, de destacar entre los millones de notas aparecidas en los media atraer la publicidad y el dinero acarreado consigo. La verdad no importa. El sensacionalismo, nacido de sensaciones sin fuste, llena mucho del paisaje informativo, ávido de poseer algo distinto para así poder contarlo en las redes sociales a propios y extraños.
El Papa acaba de casar a una pareja unidos solamente por el matrimonio civil a bordo de un avión en su viaje a Chile y Perú. Tenía su consentimiento. La obligación de constatar la "certeza" del compromiso de esa unión por medio del sacramento del Matrimonio se logró con un testigo. Paso necesario en este acto litúrgico excepcional donde los contrayentes dieron el sí, libre y responsablemente, como pudimos apreciar en las grabaciones de televisión, hechas "públicas" delante de millones de espectadores, donde los ministros de este sacramento de la Iglesia latina, son los mismos cónyuges, quienes expresan su voluntad de permanecer fieles (se dan y se reciben mutuamente) para siempre delante de la Iglesia, el Papa en esta ocasión. Es decir, no hubo ligereza, sino ayuda fina a esa pareja.
Francisco, como verdadero Papa, firmó el "acta matrimonial" junto a las firmas de los contrayentes y del testigo. Con su sola presencia ese acto es el más parecido al de las "bodas de Cana", donde el mismo Jesucristo asiste a esta ceremonia como algo bueno y, en adelante, el "matrimonio será un signo eficaz de la presencia de Cristo" (CIC 1613).
Las demás requerimientos "convenientes" en la celebración del "acto de este sacramento", el Papa puede dispensarlos, pues tiene el poder de hacerlo (es el representante de Cristo en tierra). Pero, lo esencial, estaba presente en esta celebración.
También se habló mucho, antes y durante, la visita a Perú de los casos de "abuso de menores" por eclesiásticos, con conocimiento de su obispo. Por ejemplo, el periódico El País (19.I.2018), se atreve a poner en primera página, una falsedad: "El Papa excusa los abusos en Chile". Francisco paró de golpe esta acusación ante los alegatos contra el obispo Barros por parte de los periodistas en el aeropuerto antes de su partida a Lima, calificando de "calumnia" tales reclamos.
Es decir, el Papa no "excusa" a nadie ante este tipo de abusos, como quiere dar a entender el periódico El País, con un encabezado de doble cara: Afirma el consentimiento de Francisco de los abusos, por una parte, pero en ese mismo titular cita textualmente al Papa: "Es todo una calumnia". No se puede dar una "excusa" y, a la vez, afirmar que es una "calumnia". No tiene sentido. Jugar de esta manera es de mala fe.
Así, este medio, El País, da voz a Steven Spielberg cuando dice: " La verdad nunca pasará de moda" (lo cual, si bien es cierto, se ha rebajado tanto como para desdibujarla y dar paso a las "fake news"), y su director Antonio Caño en la Universidad de Navarra, el día 17, afirma enfáticamente: "Es urgente defender la verdad frente a la mentira". Pues, señor Caño, director de El País, titular de esa manera la noticia sobre el Papa, es una forma de mentira, y contribuye a difundir un error, ante algo negado de forma categórica por el mismo Pontífice.
Solían decir, señor Caño, "predicar no es dar trigo".
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