No estamos solos, nunca: Dios no puede, no quiere vivir sin el hombre
Desde luego, lo "teologal" no se hace divino porque el nombre así lo indica. Las virtudes teologales, esenciales para el hombre y el logro de su fin , como "veremos", son de naturaleza invisible, es decir, no se pueden ver ni adquirir mediante el "esfuerzo" humano, como sería el caso de otras virtudes humanas, Veamos (sin ver). Juan, en sus escritos nos deja claro que "a Dios nadie lo ha visto jamás". Incluso las muestras de lo divino en el mundo permanecen invisibles. Así sería el caso de la Eucaristía y los demás sacramentos, que bajo formas sensibles, esconden toda la grandeza divina. Este apóstol, sin embargo, tuvo una intimidad sin precedentes con Jesús, el Hijo de Dios, tocaba a la "persona" divina en su manifestación humana. Así, al recibir la Eucaristía tocamos a Dios, sin verlo. Y en las virtudes de Dios, ocurre lo mismo. Dios mismo se abaja para acomodarse al interior del hombre. Pero la tres virtudes teologales,...