La debilidad de Europa...: olvidarse de san Benito
Le robaré el fuego a Zeus y se lo daré a los hombres de la Tierra. De esta manera, podrán calentarse, salir de las cuevas en donde se guarecen del frío, y serán felices. Así pensaba Prometeo, y así lo hizo. La decisión, sin embargo, le acarreó la furia de Zeus, quien lo encadenó para toda la eternidad (Este castigo no duró eternamente, pues fue liberado. Los mismos dioses sucumbían presos de sus ardides y astucias). Robarle el fuego a Zeus es como robarle el amor a Dios. Uno y otro facilitan la vida. El propio Zeus sucumbe al enamorarse de Europa, nombre legado después a este continente tan necesitado hoy de una luz nueva, de un fuego nuevo. No se debe ir muy lejos para encontrar esa luz . En lo cimientos de esa civilización, se encuentra el saber de Grecia, coronado por la fe y la caridad de san Benito al fundar su monasterio en el 529. Su "locura", plasmada en una simple idea, ora et labora , cuyos pilares se sustentaron casi 15 siglos. ...